El sistema se conecta a la red eléctrica de la casa buscando la caja de derivación mediante un termostato que nos regulara el funcionamiento del sistema en cada estancia.
Sobre el forjado o el pavimento existente (reforma), se coloca el aislamiento térmico/acústico, que nos minimiza las perdidas de calor, sobre este van colocadas las laminas de folio radiante y sobre estas unas laminas de protección, seguidamente ya podemos instalar el laminado/ tarima / parqué / vinilo / solado seco.
El folio radiante emite rayos infrarrojos que nos aportan el calor necesario desde abajo hacia arriba y nos va entregando esa sensación de bienestar tan característica del suelo radiante. Por otro lado tiene unos tiempos de trabajo muy similares a los radiadores tradicionales a diferencia del suelo radiante de agua que tiene unas inercias mucho más elevadas.
El sistema directo eficazlor se caracteriza por tener una baja inercia y lo convierte en una buena alternativa en climas como el nuestro con inviernos irregulares. En el gráfico podemos ver la disposición de los componentes.
El sistema directo es ideal para reformas ya que no necesitamos elevar el suelo por no necesitar el mortero para distribuir el calor.